¡Tropiezo una y otra vez!.Nada me sale bien…En todos los ámbitos de la vida, desde la educación de l@s hij@s a cualquier objetivo laboral, sentimental…
Cuando yo, por ejemplo, con intención de educar a mi hij@ , le doy instrucciones para que haga tareas en casa, lo hago desde un tono cansado, brusco, quizá enfadado. Desde hartazgo o quizás el rechazo , porque desde mi punto de vista no tiene la más mínima iniciativa, y yo, estoy cansad@ de trabajar, le doy todo lo que necesita y mucho de lo que pide y no comprendo porque no siente la necesidad de devolverlo.
Y más allá pienso: “Yo a su edad hacía …”,”Su primo hace…”
Bien, todos estos tonos y planteamientos acaban consiguiendo lo contrario de lo buscado. Y no entiendo porque.

Aquí te ofrezco tres razones para tu reflexión:
Hacerlo por las razones equivocadas: es decir, en el ejemplo anterior, no debo orientarlo como una deuda que el menor tiene conmigo. Todo animal se compromete de forma natural a cuidar de sus crías hasta que sean autónomas. No es por bondad, es por un principio natural. ¿Has visto a un pájaro o un perro recriminando a su descendencia la comida que les da?
Por supuesto, el hecho de que trabaje en casa juega a su favor, pues se trata de vaya asumiendo responsabilidades, desarrollando capacidades con el único objetivo de que cuando finalice la adolescencia, sea un adulto, responsable, san , feliz y éxitos . Y para ello debe ir asumiendo retos, superándolos de forma que su autoestima se vea favorecida, su habilidades aumenten y se acostumbre a asumir responsabilidades, como hará durante su edad adulta.
Es un aprendizaje vital. Y esa es mi función. Su desarrollo.
Hacerlo de la forma equivocada: Sin embargo, en este acompañamiento no conviene olvidar que debe hacerse sin dañar su autoestima. Y partiendo de la base de que mi hij@ como mamífer@, solo busca su satisfacción. Es decir que comprenda el beneficio que le procurará cumplir.
Y por otro lado:¡Ojo, con : “Lo que le digo es simplemente que…”. Las palabras son solo un 7-8% de la comunicación. Mi tono le transmite el 38%.y el resto es lenguaje corporal: la posición de mis hombros, mis gestos faciales, la tensión de mis manos… Qué todo esto sea coherente es fundamental para conseguir el objetivo.
Si no hay coherencia entre mi lenguaje verbal y corporal , además de crear confusión , no transmitiré verdad.
Por lo tanto PRESTA ATENCIÓN, no solo a lo que dices, sino a CÓMO LO DICES Y POR QUÉ LO DICES, PARA QUE CONSIGAS LO QUE ESTÁS BUSCANDO.
¿Quieres adquirir conocimientos sobre tus funciones parentales, afrontar conflictos y cómo enfocar los temas claves en la adolescencia?
https://herramientasparapadres.com/talleres-online-para-padres-y-madres/
Visualiza y sigue entendiendo tus tropiezos: