Muchas veces consideramos que debemos aconsejar a nuestros hijos, hemos vivido más que ellos , los queremos y por eso creemos que sabemos lo que necesitan. Y eso siempre se ha hecho así, los “buenos padres”, las buenas madres,aconsejan a sus hijos, hijas”…Se preocupan por ellos, ellas. Y finalmente ,confundes las cosas, . No te proyectes en el menor.
Esto puede funcionar parcialmente en aquello que se mantiene inalterable de una generación a otra, lástima que solo se puede aplicar a muy pocas cosas. El mundo cambia constantemente ,he ahí la dificultad de vivir, saber cuándo y cómo adaptarse al entorno cambiante.
Realmente la función parental que vertebra la “educación”, es preparar a los hijos para que puedan vivir de acuerdo a su máximo potencial, cuando nosotros no estemos. Es decir, guiarlos hacia la autonomía. Presionarlos para que tomen las decisiones que nosotros consideramos en lugar de enseñarle a tomar sus propias decisiones , sería un error. Estaríamos “dándoles el pez, en lugar de enseñarles a pescar”. Y por tanto, ¿Conseguirías ese objetivo?,¿Qué sería de él, ella cuando tú no estuvieras?

Vemos en ellos cualidades que en muchos casos observamos también en nosotros, aunque mejoradas , e intentando que el menor obtenga el máximo partido de ellas, empujamos a nuestro hijo hacia el camino que nosotros elegiríamos , es decir acabamos proyectándonos en ellos, queriendo que ellos alcancen aquellos logros que nosotros no hemos sido capaces de obtener, queremos vivir a través de ellos lo que nosotros no conseguimos vivir.
Y no es justo, ellos deben vivir sus propias vidas, sin condicionamientos, sin sentir miedo a defraudarnos, porque de otra forma , tarde o temprano aflora la “verdad” y en caso contrario , si nuestro hijo no tuviera suficiente coraje para salir de esa situación, se convertiría en una persona que no vive , sobrevive, sea o no consciente de la causa de ese malestar que le embarga.
¿Cómo podríamos acompañar a nuestro menor en este proceso, sin manipular su desarrollo?
Partiendo de la base de todos somos únicos , con nuestra propia personalidad e idiosincrasia ,empezaremos ayudando a nuestro hijo, hija , analizando con él, ella sus cualidades y limitaciones …determinando que oportunidades y amenazas se deducen de ellas, para autogestionarse emocionalmente y automotivarse(Siendo capaz de fijar sus propios objetivos sin intervención externa).Y de ese modo saber que necesita por nuestra parte .
Esta información le permitirá encontrar aquellos ambientes académicos, laborales , sentimentales y sociales óptimos para ellos .Ya que desarrollará la empatía y habilidades sociales para conseguir sus objetivos vitales con la ayuda de los demás. Alcanzado un buen nivel de Inteligencia Emocional. Y todo esto desde la influencia, la reflexión y la aceptación, por nuestra parte. Esta fue la responsabilidad que aceptamos en el momento en que decidimos concebirlos.
“Te proyectas porque los niños mienten”:
https://www.youtube.com/watch?v=KwMVbSggj2M
¿Necesitas herramientas, técnicas para mejorar la educación de tus hij@s?