A menudo en las familias se establecen relaciones, roles, hábitos realizados por el conjunto de los miembros de la familia que damos por válidos apoyándonos en la costumbre, que realmente provocan choques, y falta de desarrollo con el tiempo.

 

Estos hábitos y modos, los hemos adquirido, añadido al día a día familiar, de forma inconsciente, por ello necesitamos que una persona formada en mediación intervenga. Para facilitar la toma de consciencia y por tanto los cambios necesarios. Ya que una familia sana es aquella en la que todos sus miembros se desarrollan.