Comunicación con nuestros hijos

¿Cómo es la comunicación con nuestros hijos adolescentes ?.¿Por qué es importante que sea buena, fluida?. Pautas para mejorarla y realizar la Influencia.
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¿Cómo es la comunicación con nuestros hijos?. Si comparáramos las relaciones que mantenemos con las construcciones de nuestra propiedad, la relación con nuestros hijos estaría en el primer lugar, sería nuestra residencia habitual -el vínculo  más fuerte y duradero de nuestras vidas- y sin embargo habitualmente dedicamos nuestras mejores actitudes y palabras en relaciones con personas que pasan por nuestra vida temporalmente, dejando a un lado las realmente importantes.

¿Invertiríamos más en una cabaña en la montaña que en la vivienda donde vivimos la mayor parte del tiempo? ¿Verdad que sería estúpido?  Teniendo en cuenta que los recursos siempre son limitados, replanteemonos si no tenemos un presupuesto equivocado. Además de dedicarle más tiempo,  aprendamos las formas más adecuadas para hacerlo, optimizándolo.

Fijemos en un principio los límites: Nuestro trabajo es el acompañamiento-basado en la confianza-, no es nuestra vida. Si tomamos el control de una vida que no sea la nuestra, saldrá mal. No podemos desarrollar la vida de otra persona, incluido nuestro hijo, obtendremos su desprecio  además de abandonar nuestra vida, deteniendo  nuestro propio desarrollo.

 

La alternativa a la confianza sería el control, y esto solo funciona mientras la autoridad está presente. Si queremos preparar a nuestro hijo en su camino a la edad adulta durante la adolescencia, démosle herramientas y guiémosle hacia la autonomía.

El lenguaje es la manifestación de lo que creemos y lo que nos permite llegar al otro, a su patrón mental. Si queremos que nuestro hijo se convierta en un adulto, hablémosle como tal,   sin ira, cinismo, autoridad o condescendencia .Ya que corremos el riesgo de nuestro hijo interprete que se merece este trato de acuerdo a sus cualidades,  que esa es la forma normal de relacionarse, o que debe engañar para conseguir sus objetivos…Las conductas acaban convirtiéndose en “identidad”. Conviene pues una relación  de igual a igual respecto al lenguaje.

 

Pequeños cambios en el lenguaje provocan grandes cambios en el comportamiento.

A continuación mostramos algunas pautas  al respecto:

Relaciones padres -adolescentes:

  1. Conversar y compartir sin competir: Reviviendo experiencias, fracasos, éxitos, miedos y sueños.

Analizando  problemas y  ofreciendo alternativas. Planificar con él, analizar con él. Desde vacaciones, presupuestos, organización de fiestas…

Sin mucha ni poca emotividad y sin mucha ni poca información, demostrar demasiado entusiasmo y poco no es conveniente para el tipo de relación de igual a igual que queremos desarrollar. La cantidad de información también determina la claridad de la misma, el exceso  y el defecto no consiguen  una buena comunicación.

Usando historias, anécdotas, metáforas y juegos, comentando situaciones  que se plantean en las películas, series y programas de lo que les gusta en televisión ,en redes sociales…A través de estas herramientas podemos establecer conversaciones con los adolescentes de forma que podamos entender cuál es su punto de vista , sus valores, si han cambiado alguno, si hay que debilitarlo y para explicarles o transmitirles aquella información que consideremos necesarias para su desarrollo. Todo esto en un entorno relajado y lúdico.

Hacer preguntas, no dar nada por hecho ni adelantarnos. Lo ideal es que no se convierta en un interrogatorio, que sea una conversación libre y fluida en la que el adolescente se exprese ,esto aportará mucha información, además de que el adolescente  llegará a “sus propias conclusiones “,conducido por ti, y será más difícil el rechazo a la autoridad , y su compromiso en los  cambios que se plantee,  será mayor.

Evitar conversaciones ineficaces: Siendo  Contradictorio, trivializando,  desde una actitud victimista  o desde la ambigüedad. A mayor claridad y sencillez, mejor.

Parafrasea: Es una técnica que te permitirá confirmar si has entendido bien a tu hijo, además que le demostrará a él que le escuchas. Usa sus mismas palabras.

 

Recuerda siempre que su adolescencia no es la tuya, ni es el mismo entorno, ni es la misma persona ni son los mismos objetivos. No te reflejes en él, es decir intentar que el haga lo que a ti te gustaría, tampoco niegues la evidencia.

2-“Momento de importancia”: supondría  pasar tiempo con cada uno de los hijos a solas, haciendo algo que le guste.

Resaltar en público y privado en alguna ocasión, virtudes del mismo. De hecho empezar alguna corrección con la mención de una virtud o con un reconocimiento de emociones legítimas. Objetivo: Corregir lo malo sin matar lo bueno. De ese modo durante esta comunicación no toma el poder la idea negativa del cerebro, sino que la comparte con algo positivo. Ejemplo: “Con lo responsable que tú eres, con respecto a todas tus tareas, como es posible que siempre llegues tarde”

Cuando oigas que se habla mal a sí mismo , por ejemplo cuando se llama idiota ,porque algo se le ha olvidado, hazle ver que no le aporta nada positivo, el “dialogo interno”, es fundamental para la autoestima y la concentración necesarias para alcanzar los objetivos. Ellos mismos, también pueden poblar su mente con basura.

Teniendo en cuenta que dos personas en una relación sana no están de acuerdo en todo, puede ocurrir  que el adolescente sea reacio a estas actividades si no tiene costumbre, en todo caso y de forma sutil seguiríamos planteando nuevas ocasiones, variando de técnica hasta encontrar el objetivo es que se convierta en un hábito, y la comunicación fluida esté establecida.

Ejercitemos la paciencia, ya que el adolescente tiene sus emociones disparadas,  anda en busca  de novedades, su impulsividad está multiplicada y ahora mismo es un explorador. Veamos a la persona, su potencial, no sus errores durante su periodo de adaptación y crecimiento.

 

Hagamos un ejercicio: cerremos los ojos y revivamos la situación  más feliz que recordemos junto a nuestro hijo en el que sintiéramos por él un fuerte amor, sin sombra de nada negativo en el punto más álgido presione  con el índice y el pulgar de una mano en una parte significativa de la otra mano. Cuando nuestro hijo pierda el control, nos haga sentir mal y queramos reconducir la situación, cerremos los ojos revivamos esa situación tan placentera  mientras volvemos a repetir el gesto entre ambas manos…Esto nos permitirá cambiar nuestro estado de ánimo radicalmente, frenando nuestros peores pensamientos. Esto es un anclaje.

Estos momentos “tu a tu”  también deberían servir para compensar posibles excesos o defectos en el estado del adolescente: respecto a la autoestima, tendencia al riesgo , problemas con la tolerancia…”Pulirlo”

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3-Pensar antes de reaccionar: 30 ´, Las emociones más fuerte son los que se gravan en el centro de la memoria, es un registro automático, marcará Creencias, Miedos y esto marcarán a su vez sus decisiones , su comportamiento además de su lenguaje. ¿Qué pensamientos quieres que pueblen la mente de tu hijo?. Necesitamos tomar decisiones desde la empatía, desde el acompañamiento, no desde el miedo, el resentimiento  o la rabia….Valoremos que tras ese enfado está la frustración, es decir la falta de amor, no alimentemos esa falta. Hay que buscar  que los sentimientos se encuentren .En la vida no valen tanto las razones como las emociones.

 

Cuidado con los adjetivos y motes usados, pueden afectar definitivamente la autoestima y el futuro de nuestro hijo, limitándolo, ya que toda persona en principio tiende a creer lo que sus padres le dicen, aunque no le guste y aunque los hechos demuestren lo contrario.

Si queremos “poblar” su mente hagámoslo con ideas potenciadoras:” Tienes todo lo necesario para conseguir dedicarte a lo que quieras”, “Para mí eres el mejor”, “Eres único “… No se trata de mentir, sino de resaltar lo positivo, ilusionar…crecer. Si mentimos ellos lo sabrán y conseguiremos el efecto antagónico. Además de utilizar estas creencias solo en ocasiones escogidas, de lo contario perderán su fuerza.

Evitando  a su vez el  lenguaje negativo, tender al lenguaje responsable, será mejor decir”¿Púedes ayudarme? “En vez de “Debes ayudarme” Y” ¿Se te ocurre otra forma de hacerlo? ”en vez de “¡Qué mal lo has hecho!”…Construye, no destruyas.

4-Reaccionar desde la intención de influir , no de ejercer el poder .Los buenos líderes nunca ordenan, no utilizan la autoridad(poder), pensemos en Jesucristo, en Gandhi, les seguían porque les gustaba, no por una imposición

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Pregúntale que quiere, cuáles son sus aspiraciones ,y mediante preguntas ,hazles tomar conciencia de lo que es, y no es, de lo que le conviene, de las alternativas que puede barajar.  No te impongas, si no, en cuanto te des la vuelta, todo habrá vuelto a la situación inicial.

 

Pilar Garcia Gil

Soy Pilar García

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