¡Observate!, ¿Cómo te hablas a ti mismo?. Eso es algo que no solemos hacer , escuchar nuestros pensamientos. Prestar atención a cómo nos hablamos. A veces lo expresamos en voz alta, lo que comúnmente llamamos “hablar solo” y en otras ,el mismo mensaje , no llega a ser verbalizado. Aunque siempre se produce en nuestra mente.
¿En ocasiones te dices?: ¡Eres tonto!,¡Siempre me equivoco!, ¡Lo estropearé!, ¡Seguro que no me sale!…
Esto que parece, inocuo, intranscendente ,sin embargo afecta de forma intensa a nuestro subconsciente , y por tanto en nuestro estado de ánimo. Ya que todo pensamiento aunque no salga de nosotros ,genera una emoción, esta emoción alargada en el tiempo , se convierte en un estado de ánimo. Por eso alargar la emoción más allá de lo necesario, de su uso concreto ,no conviene y en menos si esta emoción es negativa.

El subconsciente no distingue entre realidad o fantasía, no distingue el No. De hecho si tu deseas por ejemplo dejar de fumar, y piensas o dices :”No quiero fumar” ,” no voy a fumar”, básicamente ¿Qué consigues?: No parar de pensar en fumar, es decir lejos de alejarte, aumenta tu ansiedad. Es preferible enfocarse en positivo, es decir recordarse que queremos una vida sana(que obviamente incluye no fumar).
De acuerdo con la programación neurolingüística(Deducida de los trabajos de campo de eminentes psicólogos ), estos pensamientos condicionan nuestra forma de hablar y esto a su vez determina nuestro comportamiento. De hecho detectamos si algo es sincero , de acuerdo a la coherencia entre las palabras y el lenguaje no verbal(Que emana directamente de forma inconsciente desde el pensamiento).
Y por supuesto nuestro hábitos, nuestros comportamientos ,determinan nuestros logros, resultados, éxitos y fracasos.
Del mismo modo que somos una suma de células que cada siete años se regeneran en su totalidad, somos una serie de hábitos. Cuando nos levantamos cada mañana lo hacemos por el mismo lado de la cama, nos duchamos del mismo modo y en el mismo lugar, desayunamos lo mismo e incluso lo preparamos mecánicamente con las mismas herramientas , vamos cada mañana al mismo lugar , normalmente por el mismo camino…es decir llenamos nuestra vida de hábitos (Que su momento valoramos cómo positivos) para no tener que tomar más de mil pequeñas decisiones diarias. Sin embargo, es conveniente realizar periódicamente una valoración de dichos hábitos , uno por uno. Realmente, ¿Nos conviene mantener esa costumbre?, o debemos sustituirla.
Y la clave está en la sustitución, si eliminamos esa pieza del puzle que constituye nuestro día a día y no lo sustituimos por otra que cubre el mismo espacio, es decir con la misma intensidad emocional que la inicial, la antigua rapidamente sustituirá a la nueva, no podremos entonces mejorar nuestra vida. Comienza pues, con esta renovación, conseguirás grandes cambios en los resultados finales, tanto en tu vida, como en la educación de tus hijos.
“¿Cómo te hablas a ti mismo”:https://www.youtube.com/watch?v=nB6LTevlqnU
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